Y bueno, lo de siempre, que tengo rato sin escribir, ya se convirtió en costumbre no escribir, pero bueno, la cosa es que escribo ahora relativamente triste. No, relativamente no, «realmente» creo que sería más apropiado. La razón de todo esto es que ya se acabó la película… Ahora si es verdad que la familia, como la conocemos hasta ahora, se acabó. Y me da tristeza, me da tristeza saber que, aunque vuelva el año que viene, las cosas no serán iguales. No estaremos todos en la casa, el ambiente no será el mismo, la mamadera de gallo constante, etc. El 24 cuando me vaya será la última vez que vea a Sofía y a Luisa. Mañana se va Elisa y tampoco la vuelvo a ver. David se fué antes de ayer. Ayer se fue Sabrina, en fin… La mayoría se ha ido y a una parte de esa mayoría no se cuando los volveré a ver. No se, no me imagino mi vida acá en baires sin hacerle la vida imposible a Elisa, o sin joderle la vida a la hippie con el reciclaje, o a Sofía con lo fifí que es…

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